Debe registrarse como usuario para poder adquirir nuestros cursos.

Blog

¿CÓMO ENCONTRAR EL PUNTO ÓPTIMO PARA NADAR CON MÁS EFICIENCIA?

CÓMO-ENCONTRAR-EL-PUNTO-ÓPTIMO-PARA-NADAR-CON-MÁS-EFICIENCIA
Blog

¿CÓMO ENCONTRAR EL PUNTO ÓPTIMO PARA NADAR CON MÁS EFICIENCIA?

Qué quiere decir nadar con eficiencia? Para muchos entrenadores, nadar con eficiencia es sinónimo de lograr una gran distancia por brazada. Pero, eso no cuenta toda la historia. Nadar con eficiencia es mejor definido por la velocidad con la que el cuerpo se desplaza por el agua en relación con la energía que se emplea para alcanzar esa velocidad.

Simplificando un poco las cosas, existen dos indicadores de eficiencia que los nadadores pueden utilizar para medir las ganancias que van alcanzando en este sentido. Hablamos de la distancia por brazada y el ritmo de brazadas.
La distancia por brazada
Una de las maneras más precisas de medir la efectividad del estilo es la distancia que el nadador se desplaza por cada brazada empleada, lo que llamamos la “distancia por brazada”. Este parámetro es un factor importante en tu velocidad de nado. Si dos nadadores tienen el mismo ritmo de brazadas, aquel que tenga la mejor distancia por brazada logrará nadar más rápido. Algunos elementos que pueden afectar la distancia por brazada son:
  • Antropometría (estatura, envergadura, tamaño de las manos, tamaño de los pies).
  • Perfil de arrastre o resistencia (el área del cuerpo que se encuentra empujando contra el agua).
  • La proporción de fuerza propulsiva aplicada.
  • La duración de la aplicación de la fuerza propulsiva.
Para mejorar en estas cuatro áreas, considera estos consejos:4 1.Mejora la flexibilidad. Hay poco que puedes hacer a partir de tu estatura o por el tamaño de tus extremidades, así que para aprovechar las virtudes de tu anatomía debes mejorar tu flexibilidad. Mejorar el rango de tus movimientos te permitirá el logro de brazadas más largas que al mismo tiempo utilicen menos energía. 2. Reduce la resistencia. Lograr un excelente desplazamiento a través del agua requiere que sobrepases una enorme cantidad de fricción generada por tu cuerpo cuando se desplaza a través del agua. Así que, reducir la resistencia puede tener un impacto significativo en tu habilidad de alcanzar una excelente distancia por brazada. Esto lo logras a través de una mejor alineación del cuerpo, una mejor postura en el agua y la ejecución correcta de la respiración. 3. Optimiza la potencia. Una vez logres reducir la resistencia, debes incrementar la potencia generada por cada brazada. No se trata de ser fuerte. Se trata de desarrollar una espectacular sensación del agua que te asegure que la fuerza genere la suficiente presión para lograr una estupenda propulsión. Debes ser capaz de identificar los músculos que ejercen el esfuerzo que generan la propulsión. Si eres exitoso en lograr un excelente agarre que provea la aceleración necesaria a través de cada brazada, experimentarás una sensación sin igual. 4. Mantén el contacto con el agua. Para lograr el incremento de tu distancia por brazada, cada tirón de cada brazada debe cubrir la mayor distancia posible. Es importante determinar las dimensiones de este parámetro ya que de lo contrario podríamos mover las manos a través de arcos subacuáticos muy amplios que no añaden propulsión, es más, hasta podrían hacerte más lento. Investigaciones recientes sugieren que una fase de tirón relativamente recta es la trayectoria más efectiva, en comparación con la brazada tipo S que se enseñaba en los años 70 y 80. 5. Ve más allá de lo convencional. La práctica más común cuando medimos la distancia por brazada es contar las brazadas realizadas durante un largo de la piscina. Los ejercicios que se enfocan en optimizar la distancia por brazada representan una excelente oportunidad para lograr un enfoque en la postura corporal ideal, realizar la mecánica correcta de la respiración y mejorar la producción de potencia, y, por lo tanto, deben ser realizados con frecuencia para asegurar una mejora técnica continua. Sin embargo, nuestra recomendación es que no te detengas allí. Medir la distancia por brazada por un largo de la piscina es una experiencia muy diferente que intentar de mantener una óptima distancia por brazada durante una carrera de natación. Por esta razón, es de vital importancia realizar series de repeticiones durante los entrenamientos donde continuamente cuentes tus brazadas por distancias mayores que un largo de la piscina.
El ritmo de brazadas
El ritmo de brazadas es una de dos variables importantes en la ecuación que nos ayuda a determinar qué tan eficientes podemos ser en el agua. Puesto de manera simple, el ritmo de brazadas es la cantidad de brazadas que realizas en un minuto de nado. Es un parámetro útil ya que nos ayuda a establecer una buena coordinación. Un ritmo de brazadas muy bajo causará que los brazos se muevan muy lentamente, generando pausas significativas en tu estilo. Por el contrario, si tu ritmo de brazadas es muy alto, representa una medida que revela que tu estilo es muy corto.
¿Cómo determinar tu ritmo de brazadas?
El procedimiento es realmente sencillo. Pídele a un compañero que tome el tiempo en el que realizas 5 ciclos de brazadas (10 brazadas). Tu compañero debe iniciar el cronómetro cuando la mano entra al agua frente a tu cabeza. Finaliza la prueba cuando la mano del brazo que completa la décima brazada hace su entrada al agua. Como ejemplo, si has realizado 5 ciclos en 11 segundos, multiplicas este resultado por 2. Esto resultará en un tiempo de 22 segundos. Luego, mueve un punto decimal hacia la izquierda y obtienes 2.2 segundos por ciclo (1.1 segundos por brazada). Finalmente, para obtener el parámetro de brazadas por minuto, divides 60 entre 1.1, resultando en un ritmo de brazadas de aproximadamente 54 brazadas por minuto. Puedes comprobar si posees un buen ritmo de brazadas, insertando el resultado que has obtenido del cálculo en esta gráfica: Si estudias la gráfica, podrás notar que incluye tres áreas sombreadas. Si el resultado que obtienes del cálculo que realizaste más arriba se encuentra dentro del área sombreada en color blanco, podemos decir que tu ritmo de brazadas se acerca a tu ritmo ideal. Para este ejemplo en el que determinamos un ritmo de brazadas de 54 brazadas por minuto, si observas dónde la línea negra horizontal cruza el área sombreada en blanco, podremos determinar que nuestro ritmo de nado por 100 metros debe estar entre 1’40” y 2’10”.

¿Cómo aumentar tu ritmo de brazadas?

Si ya completaste el ejercicio anterior y determinaste que tu ritmo de brazadas es muy bajo, entonces quiere decir que tus brazos realizan muy lentamente los ciclos de brazadas. Ya que esto caracteriza tu estilo, es posible que nades como una pausar marcada. En la mayoría de los casos, las pausas suceden en la parte frontal del estilo, cuando tu mano se encuentra extendida delante de tu cabeza, causando un pronunciado desliz antes de empezar la próxima brazada. Para aumentar tu ritmo de brazadas, sigue estos consejos:
  • Relájate y empieza a sentir tu nuevo ritmo de brazadas. Confía en tu técnica, no pienses mucho en las acciones de tus brazos. Solo concéntrate en la coordinación y en el ritmo mismo.
  • Piensa en realizar la fase de agarre un poco más temprano.
  • Mantén la mano que se encuentra en frente en constante movimiento. Esta debe estar extendiéndose, volteándose, agarrando o empujando. Nunca debe detenerse si quieres desarrollar una técnica impecable.

¿Cómo reducir tu ritmo de brazadas?

Si en lugar de poseer un ritmo de brazadas muy lento tienes un ritmo muy elevado, entonces es posible que tu estilo sea un poco errático, lo que quiere decir que es posible que no estés rotando tu cuerpo lo suficiente como para que puedas desarrollar un estilo más largo. Al reducir tu ritmo de brazadas de una manera controlada, podrás tener tiempo de alargar tus brazadas. Esto puede representar la solución que has estado buscando para nadar mejor. Para reducir tu ritmo de brazadas, sigue estos consejos:
  • Relájate y empieza a sentir tu nuevo ritmo de brazadas.
  • Piensa en rotar tus caderas y extender tu cuerpo hacia adelante.
  • Experimenta con empujar tu pecho un poco hacia abajo.
  • Piensa en terminar la fase de empuje con el pulgar rozando tus piernas.
Como todo en la natación, mejorar ambos parámetros que nos llevan a un nado eficiente es una cuestión de práctica constante. Todo esto se logra a través del establecimiento de nuevos hábitos, lo cuales pueden demorar meses en arraigarse en nuestros cerebros. Sin embargo, si estás bien orientado y estás dispuesto a dedicarle tiempo y esfuerzo a esta labor, podrás, a largo plazo, disfrutar de una mejor natación.

Leave your thought here

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Get A Free Consultation

¡Subscríbete y Obtén tu Cupón de Descuento!
¡Tu información jamás será compartida con terceros!